Un programa estratégico de gestión para la reducción de costes permite garantizar a cualquier negocio que todas las inversiones generen el máximo rendimiento posible, ayudando a identificar y desbloquear oportunidades que liberan recursos que pueden ser invertidos para impulsar el crecimiento y el retorno de la inversión.
¿Qué es la reducción de costes?
La optimización de costes no es solo un ejercicio de ajustes en el gasto, sino un enfoque estratégico para gestionar las compras, suministros y servicios de una empresa. Es un proceso de perfeccionamiento que implica afinar y optimizar cada paso del proceso de compra, siempre con un objetivo global: mejorar la eficiencia productividad y competitividad de la empresa.
Sin embargo, la optimización de costes va más allá de la gestión de compras. Se trata de sacar el máximo partido a los recursos propios de la empresa y racionalizar los procesos internos. Estos ajustes y mejoras, tienen un efecto significativo en el coste global de las operaciones de la empresa.
Al optimizar y racionalizar estos procesos, el negocio logra una reducción relevante en los costes, lo que a su vez, mejora los márgenes de beneficio, con una contribución inmediata y largo plazo al EBITDA, y potencia la competitividad de la empresa, ya que a menudo tiene un
efecto positivo en la calidad de los productos o servicios ofrecidos al mercado.
En definitiva, la optimización de costes es un proceso que requiere de una visión estratégica, un buen entendimiento de las operaciones de la empresa y una disposición a mejorar de forma constante. Al llevarlo a cabo, las empresas no solo pueden reducir sus costes, sino también mejorar su competitividad, aumentar la calidad de sus productos o servicios, y situarse en una posición más fuerte para el futuro.
Implementación de una consultoría reducción de costes
Un proyecto de consultoría de reducción de costes apoyada en una metodología profesional llevada a cabo por perfiles de consultores y compradores expertos, permite maximizar el rendimiento del área de compras, aportar resultados sostenibles a la empresa y controlar posibles riesgos de modo proactivo, con planes que permiten un mayor margen de acción en caso de presentarse cualquier contingencia.
Para realizar una consultoría de reducción de costes, el primer paso es realizar un análisis detallado de los costes a nivel global. Este análisis avanzado incluye los datos históricos y actuales de gastos y es la columna vertebral de cualquier programa de reducción de costes.
A este ejercicio le sigue la identificación de categorías, con un análisis potencial de ahorro y oferta del mercado, es decir las oportunidades para la reducción de costes y/o la mejora de la calidad y el rendimiento.
Una vez identificadas las sinergias y oportunidades, se diseñan, desarrollan e implementan las estrategias específicas para maximizar la reducción de coste en cada categoría. Las acciones a acometer pueden incluir, según cada caso:
- Ajustar o agregar volúmenes, considerar la introducción de productos y servicios sustitutivos o implementar nuevas fórmulas de consumo para reducir el nivel de gasto.
- Renegociar contratos introduciendo compromisos, incentivos y sanciones que permitan hacer ajustes en el precio de adquisición.
- Optimizar los procesos de aprovisionamiento a través de medidas para mejorar la eficiencia operativa, racionalizar la base de proveedores o incrementar la innovación y la colaboración y reducir el riesgo.
Dentro del plan de implementación es clave la identificación, cuantificación y priorización de las oportunidades. Esta priorización dependerá de factores como los ahorros potenciales, la complejidad de la categoría, la facilidad de implementación y otros aspectos que pueden
impactar en la ejecución del plan y sus resultados, como la estacionalidad, el contexto de mercado u otros relacionados con la gestión del cambio. Este ejercicio dará como resultado una hoja de ruta con la estimación de recursos y necesidades, los cronogramas para su ejecución y los flujos de caja esperados a medida que se produzca la consecución de los ahorros.
Durante este proceso los sistemas de información de la empresa tendrán que estar preparados para obtener toda la información relevante, tratarla y obtener indicadores de gestión y costes actualizados en tiempo real.
Un cuadro de mando que permita dar seguimiento a estos KPIs y comparar el presupuesto con el gasto real, analizando desviaciones y proponiendo cambios para lograr su corrección y cumplir con el plan.
¿Por qué es importante la consultoría de reducción de costes?
La consultoría de reducción de costes es fundamental para la competitividad y crecimiento de cualquier negocio, independientemente de su tamaño o sector.
En primer lugar, permite tener un conocimiento profundo y global del gasto, imprescindible para acometer cualquier mejora y desplegar las estrategias más adecuadas al contexto particular de la empresa y el mercado.
Desde este conocimiento y a través del plan estratégico y las acciones específicas que permiten desbloquear las oportunidades y sinergias identificadas, se alcanzan resultados a nivel de rentabilidad gracias a la reducción de costes, manteniendo y mejorando los niveles de calidad y la eficiencia.
En resumen, la consultoría de reducción de costes es una herramienta valiosa para cualquier empresa que busque mejorar su eficiencia y rentabilidad, aspectos imprescindibles para la supervivencia del negocio en el actual contexto empresarial.
Mantener la calidad y competitividad tras una consultoría de reducción de costes
Reducir los costes en una empresa es un paso fundamental hacia la eficiencia y la rentabilidad, pero un aspecto crítico que nunca se debe pasar por alto es cómo mantener la calidad y la competitividad en este proceso.
La calidad debe ser siempre prioridad, y un pilar fundamental en cualquier estrategia de reducción de costes. Por ello es clave el asesoramiento de consultores expertos, que reúnan conocimiento y experiencia tanto en la implementación de las palancas que pueden maximizar los resultados en cada categoría con potencial de ahorro, como en el contexto del mercado, para poder aprovechar las oportunidades y tendencias y prever o gestionar los riesgos potenciales de este contexto.
En las renegociaciones con proveedores siempre deberá atenderse a estos factores, y favorecer la colaboración y el crecimiento y beneficios mutuo para construir relaciones basadas en la confianza y en la visión a largo plazo.
En conclusión, para mantener la competitividad y la calidad en el contexto actual, las empresas deben adoptar un enfoque estratégico guiados por un experto. Con este enfoque cualquier organización puede lograr una reducción de costes sostenible que le permita seguir siendo competitiva sin comprometer la calidad de sus productos o servicios.
